OPERATIVO POR LA LEY DE CARNE EN BOVRIL ARROJO EL
DECOMISO DE 280 KGS DE CORTES CARNICOS DE DUDOSA
PROCEDENCIA! SE VIVIERON TENSOS MOMENTOS CUANDO UN
COMERCIANTE QUISO PRENDER FUEGO LA CARNE DENTRO DE
Prevención Delitos Rurales, informa a la comunidad sobre varios
procedimientos llevados adelante por las Brigada Abigeato de LA PAZ y
PARANA CAMPAÑA, vinculados al contralor de los comercios que
expenden al público cortes cárnicos, con la finalidad de contrarrestar la
proliferación de comercialización encubierta de carne que los
consumidores desconocen que su origen es clandestina y sin ningún tipo de
control sanitario, cualquiera sea su procedencia, ya sea producto de un
ilícito cometido por los cuatreros, o por faenas a campo que no respetan las
condiciones mínimas de higiene jugando con la salud humana, al poder
producir enfermedades graves en las personas y la sociedad.. Así fue que
luego de un trabajo de inteligencia durante varias días se pudo establecer
que las prerrogativas legales estipuladas por la Ley de Carne N 7292, no se
estarían cumpliendo en la localidad de Bovril, ya que varias carnicerías no
se ajustaban a derecho, tornándose necesario diagramar un operativo para
brindar un marco de seguridad a la actividad ilegal que se había detectado
en la localidad de referencias.-
En primer lugar el Oficial Principal Sergio Vaccari junto al Cabo Benítez
Cristian y Cabo Capiel Cristian controlaron un comercio de origen cárnico,
ubicado sobre calle Hipólito Irigoyen, donde una vez atendidos por su
dueño se realiza la inspección de rutina del local, donde se constata la
existencia en la cámara frigorífica de cortes cárnicos -dos paletas, un
costillar y otros recortes- que presentaban restos de pasto, evidenciado
una grave irregularidad sanitaria, mucho más cuando al revisarlos no
poseían sello de planta habilitada para su faena -frigorífico- y que carecían
de la documentación que amparará su procedencia, por lo que ante tales
circunstancias se labró acta de infracción con el posterior decomiso de 82
kgs de carne vacuna por tratarse de una carneada anti reglamentaria, lo que
claramente es considerada no apta para el consumo humano por los riesgos
que significa vender el alimento en esas condiciones, siendo
desnaturalizada ante el dictamen del veterinario interviniente.- Pero lo más
extraño estaba por ocurrir, ya que cuando se disponían a seguir con los
controles en otros comercios, "sorprendentemente" la mayoría - por no
decir todos- cerraron sus puertas, lo que plasmaba que las investigación
previa de los brigadistas estaba sobre pasos firmes, al saberse que gran
parte de la carne que se expone para la venta es ilegal al citado cuerpo
legal. Lo inesperado de lo acontecido, obligo a replegar el dispositivo, para
diagramar nuevas estrategias de inspección, las que fueron efectuadas en
breve lapso con el factor sorpresa y simultáneo como artilugios esenciales,
para evitar que no cierren las puertas en la narices de los uniformados y
poner al descubierto la actividad que ya preocupaba no solo a los
mimetizados funcionarios del orden público, sino también a la población en
general. Así fue que reagrupados los recursos humanos, se apersonaron
nuevamente en dicha localidad, donde el Oficial Principal Vega Rodolfo
David, junto al Cabo López Sergio y Cabo Díaz José, se presentan en una
carnicería, emplazada en calle Arroyo Feliciano, donde al ingresar al salón
de venta observan en la heladera comercial un cuarto de animal vacuno sin
sello de planta faenadora habilitada para tal fin, por lo que al requerir al
propietario del negocio las facturas de compra, inexorablemente la
respuesta era conocida "No tengo", esgrimiendo razones sin fundamento,
como que le ofrecieron esos cortes cárnicos, comparándolos porque se
encontraba sin carne para la venta -inentendible pero real-, por supuesto
"no" dando datos de identidad de quien se la vendió, desconociendo no solo
que vendía alimento fuera de la ley, sino que no aportaba elementos de
interés para establecer si esa carne no es producto de un hecho de abigeato,
encubriendo al vendedor, ante ello se labró el acta respectiva para terminar
decomisando 45 kgs. de carne bovina que también debió ser
desnaturalizada por sus falencias sanitarias.- A la vez otra comisión policial
donde se sumó el segundo jefe de Comisaría Bovril Oficial Principal Ielpo
Leandro junto al Cabo Rivarola Damián, se presentaron en otra carnicería
situada en las inmediaciones de calle Ramírez y San Miguel, donde no
fueron tratados cortésmente por su propietario Darío -tal como suele
suceder en las inspecciones anteriores ya que es "reincidente"-, quien al
solo hecho de ver el uniforme mimetizado entra en cólera, tratando por
todos los medios de ocultar y/o impedir el trabajo de la ley, pero esta vez el
factor sorpresa dio sus frutos, porque cuando quiso reaccionar ya los
policías estaban dentro del local, donde acorde a los derechos que le asisten
controlaron los equipos de refrigeración, constatando cortes cárnicos -dos
paletas, dos cuartos traseros, un costillar y otros recortes- que se apreciaban
a simple vista que se encontraban sin sello de planta autorizada para faena,
razón por la cual al solicitarte al irascible comerciante los remitos de
compra, más allá de su persistente enojo no pudo demostrar la legalidad del
esencial alimento humano que tenía para su comercialización, ya que se
"desconocía" su origen, resultando por ende ser clandestino, que a parte de
la infracción a la Ley de Carnes, abre las puertas a una investigación penal
paralela para determinar sino es producto de una cuatrereada, por lo que se
procedió a decomisar 150 kgs de carne vacuna, no sin antes seguir pasando
momentos de alta tensión, ya que el provocador carnicero, cerró las puertas
del local con los policías adentro porque no quería que se llevaran la carne,
entorpeciendo el procedimiento, hasta tal punto que pretendía incendiarla
dentro de su local, con el riesgo de crear un foco igneo que podría causar
una tragedia, lo que obligo a que se comunicara de inmediato a las
autoridades judiciales sobre la privación de la libertad de los funcionarios,
donde se recibió por parte del fiscal la orden que de persistir en esa
irrazonable intención, se lo iba a detener, causal que le hizo comprender a
medias que está equivocado y que tenía mucho por perder, abriendo
nuevamente las puertas porque un numerario policial comenzó a
descomponerse por el olor fuerte al combustible que derramo sobre la carne
con la intención de hacer su propia desnaturalización al rociar la carne con
nafta, algo que por suerte se pudo impedir al sacarla fuera del negocio,
donde ahí le rienda suelta a su voluntad de prenderla fuego, con toda la
insalubridad que generaba haciéndolo en un espacio público, no extrañando
que no quisiera firmar el acta de infracción donde se dejaba constancia de
todo lo sucedido en el eficaz procedimiento.
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