La Policía de Entre Ríos a través de la Dirección Prevención Delitos Rurales, informa a la comunidad sobre un procedimiento llevado adelante por la BRIGADA ABIGETO EL QUEBRACHO, con asiento en el Departamento La Paz -ingreso a Santa Elena Ruta Provincial 48-, donde su titular el Oficial Prcal Rodolfo VEGA, luego de un paciente trabajo de inteligencia pudo desbaratar el negocio clandestino sobre la venta de aves silvestres, que eran extraídas de su habitad natural previo ser capturadas, mantenerlas en cautiverio y luego llevarlas a las grandes urbes para su comercialización, redituándole así buenos dividendos económicos a este clan de personas que tenían su base oculta en la zona de Puerto Algarrobo.
Así fue que los brigadistas pusieron en conocimiento la minuciosa labor investigativa en manos de la justicia, quien considero oportuno efectuar un allanamiento y requisa vehicular, al inmueble donde se cautivaban las aves, y a la unidad automotriz que realizaba los traslados de las capturas y comercialización.
Razón por la cual se montó una discreta vigilancia para ejecutarla en el momento preciso de tal ilegal actividad, es por ello que en horas de pasado el mediodía se observa el ingreso de la Pick Up Ford interesada a la quinta en cuestión, donde se notificó de la diligencia judicial a RICARDO, el cual conducía la camioneta Dominio LQS 194, sobre la cual se encontraron elementos de interés para la causa, al portar en su caja trasera varias jaulas y tramperas con distintas especies de aves, recientemente capturadas y las utilizadas como llamadoras.
Independientemente se encontraron en el predio otros elementos similares de caza, más una jula fija de grandes dimensiones - 2 x 1 x 60 de alto- donde permanecían hacinados los plumíferos.
En el reconteo final se secuestró 10 jaulas, 09 tramperas, pegamento prohibido -pega pega-, decomisándose mas de 70 pájaros autóctonos de nuestra provincia, los cuales fueron inmediatamente fueron liberados acorde las disposiciones legales vigentes, a excepción de los que no se encontraban en condiciones aptas para recuperar su libertad, ya que tenían las alas cortadas o producto del hacinamiento estaban demasiado débiles, dejando constancia en las actuaciones que algunos yacían sin vida en el fondo del tétrico jaulón.
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